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La Crisis de la Gobernanza en Cali



Los recientes cambios en la administración local de Cali han sido presentados como una renovación, pero en realidad se trata de simples rotaciones internas que no abordan las raíces de los problemas que aquejan los problemas de los caleños. A pesar de estos supuestos cambios, los indicadores de ejecución presupuestal, en casi todas las dependencias, siguen siendo bajos, lo que sugiere una preocupante ineficiencia en el uso de los recursos disponibles. Esta falta de acción perpetúa la sensación de una "olla raspada", lo cual no es cierto, porque cada alcalde tiene un presupuesto debidamente financiado para la gestión, con lo que queda claro que, se justifica que los procesos administrativos sean lentos y la promesa de "revivir a Cali" se vuelve cada vez más vacía y una simple promesa de campaña.

Muchas dependencias municipales parecen estar más enfocadas en satisfacer las necesidades de actores políticos con intereses propios que en servir a los ciudadanos. Este enfoque desviado es una de las razones por las cuales la desconfianza en la administración pública crece. Los intentos por acercarse a la comunidad a menudo resultan insuficientes y desarticulados, dejando a los ciudadanos con la impresión de que las decisiones municipales no están alineadas con sus necesidades reales y que además el alcalde no tiene claro para donde va.

La rotación de personal, como el reciente cambio del secretario de Planeación a la Secretaría de Gobierno, es un ejemplo de cómo la administración intenta dar una imagen de renovación sin abordar los problemas subyacentes, los cuales saltan a la vista, sobre todo por las redes sociales a las que la administración acude con frecuencia pero no es claro la contundencia la respuesta a los necesidades de mayor impacto en los ciudadanos. A pesar de haber consultado a supuestamente 20,000 personas para desarrollar el plan de desarrollo, no se ha percibido un nivel de participación ciudadana que respalde esta cifra. Este desajuste entre lo que se dice y lo que se hace socava la confianza pública y pone en entredicho la legitimidad de la administración.

La administración local necesita enfocarse en fortalecer la gobernanza. Esto significa no solo hacer cambios superficiales, sino también implementar mecanismos que atiendan las verdaderas necesidades de la comunidad. La conexión entre la administración y los ciudadanos debe ser auténtica y basada en la transparencia y la eficacia, no en intereses políticos particulares. Solo así se podrá restaurar la confianza en las acciones municipales y avanzar hacia una Cali más equitativa y bien gobernada.

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