Por Miguel Ángel Arango
Para las sesiones del concejo de octubre está prevista la proposición de moción de censura contra la directora jurídica del municipio María Ximena Román y que también afecta a la directora de hacienda María Mercedes Prado. La promotora de esa acción es la concejala Ana Erazo, quien admitió que el proceso no es fácil porque el alcalde Alejandro Eder, tiene una coalición muy fuerte en el cabildo que lo apoya y que no permitiría que esas dos funcionarias sean apartadas de sus cargos por una decisión política de su corporación.
Se cuestionaran por qué es tan vigoroso el respaldo del concejo a un alcalde que no tiene antecedentes políticos. Primero no se puede perder de referencia que el respaldo partidista para el candidato Eder fue mínimo porque las grandes estructuras se decidieron por el ”chonto”. Lo anterior significa que el grueso del concejo no ayudó a elegir al actual mandatario y carecen de herramientas para exigir que les respete los privilegios con que los distinguió el exalcalde Jorge Iván Ospina.
Bajar el tono en el momento de criticar y aprobar lo que se le antoje al gobernante son instrumentos políticos de los cabildantes para sumar puntos frente a Eder. Por eso bajaron la guardia y con su silencio renunciaron a competencias que por ley tienen y sus funciones fueron usurpadas por esta administración. Por eso las mayorías creyeron en la tesis de que no era necesario la autorización del concejo para el reperfilamiento de la deuda ni menos preguntaron en que se invertirán los quinientos mil millones de pesos que deja esa operación.
La inexperiencia de los nuevos funcionarios -muchos bogotanos- más el silencio de concejales han propiciado decisiones en derecho del Tribunal Contencioso Administrativo del Valle del Cauca, al nulitar trece decretos firmados por Eder.
Poco a poco y en la medida en que se superan las dinámicas administrativas y políticas el mandatario ha sido generoso con cuotas burocráticas para concejales a través de prestación de servicios y en casos excepcionales con nombramientos. Un abusivo respaldo político del concejo para el alcalde en ocasiones no es conveniente para este ni para la ciudad. La oposición decidida permite corregir sobre la marcha equivocaciones de las acciones de gobierno y al mismo tiempo evidenciar el enojo de los electores que deberían ser transmitidos por cabildantes para superar dificultades.
Un respaldo en extremo generalmente es la respuesta a una generosidad desbordante por parte de un alcalde. Durante cuatro años lo vivimos en el periodo de Ospina en donde logró un respaldo casi que total y esto trajo como consecuencia múltiples casos de corrupción que lucraron a unos pocos pero en detrimento de toda la ciudad.
Con los nefastos antecedentes que hay en Cali lo mejor que le puede ocurrir es contar con una oposición sólida pero de respeto y contundencia para espantar fantasmas de la corrupción.
EL JUEGO
En las pasadas elecciones Cambio Radical fue uno de los partidos que salieron airosos en el respaldo de las urnas y que lo deja en condiciones ideales para enfrentar los comicios de congreso del año 2022.
Esa colectividad eligió dos concejales en Cali y dos diputados a la asamblea departamental y lo cual se suma a tres escaños en el senado y dos en la cámara de representantes. Está Cambio Radical por encima de los partidos históricos como el liberalismo y el conservatismo.
Pero también fueron aliados para elegir a la gobernadora Dilián Francisca Toro y al alcalde de Cali, Alejandro Eder.
Hoy las circunstancias favorecen al partido de Vargas Lleras pero lo que ignoramos es como reaccionarán los electores en los casos en que algunos de los congresistas no busquen reelección. Hasta hoy se daba como un hecho que el senador Carlos Abraham Jiménez, no vuelve al senado. El otro interrogante es que pasará con Juanita Cataño, hoy asesora en la alcaldía de Cali y que como candidata a la cámara sacó una votación honrosa.
El otro interrogante es que pasará con el representante a la cámara Luis Hernando González, si el exconcejal Carlos Hernán Rodríguez y Carlos Abraham Jiménez, no lo apoyan.
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