Recientemente en Santiago de Cali, han ido surgiendo iniciativas ciudadanas frente a temas que han sido eternamente olvidados por las administraciones locales. Este fenómeno, que inicialmente era muy localizado, ha comenzado a expandirse gracias al poder de las redes sociales, convirtiendo a algunos ciudadanos en figuras virales por sus esfuerzos comunitarios.
No es fácil determinar cómo muchos ciudadanos empiezan a organizarse en función de sus situaciones y problemáticas específicas. Un claro ejemplo es el caso de la seguridad. Vecinos cansados de la delincuencia han comenzado a organizarse en grupos comunitarios, dotando sus barrios de cámaras de seguridad y, donde la estructura y geografía lo permiten, contratando seguridad privada armada para vigilar áreas que históricamente permanecían desprotegidas y los ciudadanos eran presa fácil para los delincuentes.
Este fenómeno, aunque preocupante por el incremento de la seguridad privada, es un reflejo de la desesperación de la gente por protegerse. La presencia de vigilancia y seguridad comunitaria disuade a la delincuencia, ya que los delincuentes son conscientes de la posibilidad de enfrentar una fuerza que podría impedir o frustrar sus intentos delictivos. Este es un ejemplo claro de cómo, al ver que el Estado no les brinda los mínimos vitales, los ciudadanos recurren a sus propios medios para garantizar su bienestar.
El municipio debe prestar atención a esta tendencia. Si no investiga y aborda las necesidades reales de cada comunidad de manera específica, continuarán surgiendo iniciativas ciudadanas que, aunque la administración las considere ilegales, serán vistas por la población como soluciones rudimentarias pero efectivas. No será sorprendente ver a ciudadanos organizándose para por ejemplo demarcar vías, iluminar los parques, entre muchas otras acciones, que el municipio no aborda de manera contundente.
En muchos barrios, ya comienzan a aparecer personas ofreciendo, a cambio de unas monedas, servicios que deberían ser responsabilidad del municipio. Este fenómeno es un claro indicativo de la falta de acción de las autoridades locales. Es imperativo que el alcalde deje de concentrarse en actividades triviales como hacer videos en TikTok y se enfoque en actuar de manera efectiva. Tiene todas las herramientas a su disposición para responder a las necesidades de los caleños, y el reto es monumental.
Es fundamental que las autoridades locales comprendan la urgencia de estos problemas y tomen medidas inmediatas. La seguridad, la infraestructura y los servicios básicos no pueden seguir siendo desatendidos. La administración municipal debe dejar de lado los discursos y las promesas vacías y comenzar a implementar acciones concretas y efectivas que beneficien a toda la comunidad.
Las acciones ciudadanas son una respuesta a la falta de acción del municipio, y es responsabilidad de las autoridades cambiar esta narrativa. La solución radica en una administración eficiente y comprometida con el bienestar de sus ciudadanos, no en dejar que los problemas se acumulen hasta que los propios ciudadanos se vean obligados a solucionarlos por sus propios medios.
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