Diferentes autores explican que “Las palabras “hipócrita” e “hipocresía” provienen del griego hypokrisin (“actor” o “recitador”), un origen sumamente apropiado si se considera que el hipócrita finge o actúa, ocultando su verdadero ser y diciéndole a los demás lo que quieren oír o lo que al hipócrita le conviene decirles. Por eso es común que a las personas hipócritas se las acuse de ser falsas, deshonestas o de no tener una personalidad propia.” El comportamiento hipócrita en común en sectores políticos quienes caracterizan un equipo de actores de una comedia, donde sus programas y conductas se parecen más a una comedia que a vivencias reales. (www.bing.com).
Pero tal vez el caso más emblemático ha sido el del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien sin ruborizarse impartió instrucciones a todos sus segundones para que promovieron e hicieran aprobar la reelección en Colombia. Todos actuaron en favor del mandatario y, además, cometieron toda clase de delitos para poder cumplir su objetivo. No se trata de un hecho aislado, sino de una trama parecida al guion de una película de terror, donde el fin era apoderarse del presupuesto público y de todos los poderes constitucionales con la excusa de acabar con la guerrilla. Ahora bien, hay cuatro (4) condenados: exministros Sabas Pretelt de la Vega y Diego Palacio, los exsecretarios de la Presidencia, Alberto Velásquez y Bernardo Moreno. Del Congreso la primera condenada fue Yidis Medina y el segundo Teodolindo Avendaño. “En su sentencia, la Corte criticó duramente al gobierno, afirmando que su voto a favor no fue por convicción sino por “canonjías impúdicas” ofrecidas y recibidas por ellos. La respuesta de Uribe fue acusar a ciertos magistrados de ser “nostálgicos del terrorismo agónico” y propuso esa noche un referendo para validar su mandato.” El típico comportamiento del hipócrita: necesidad incontrolable de aceptación, mucho miedo al rechazo o una falta importante de autoestima; estos motivos lo empujan a disimular su propia personalidad y simular una que no tiene”.
Otros expresidentes han actuado de la misma manera: repartieron cargos y contratos, compraron al Congreso para obtener votos a favor de programas y proyectos, escondieron su corrupción con apoyos políticos que han costado “entre 1991 y 2011 en Colombia $189 billones”. Desde ese año y hasta el año 2022 en más de 2.000 notas periodísticas fueron reportados más de 1000 hechos en todo el territorio nacional. El 53% de los casos se concentraron en cinco territorios: Bogotá (200 hechos), Atlántico (88), Antioquia (76), Santander (75) y Valle del Cauca (74). Los expresidentes hoy oposicionistas al gobierno no pueden poner la cara, porque hay delitos que no han prescrito y en algún momento la pagarán. Hay prescripciones de 20 años en contratación y delitos imprescriptibles en crímenes de lesa humanidad. El Pacto Histórico empezó a gobernar en 2022. Es imposible que ellos sean los responsables.
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