Por Apolonio de Perga
Filosofo del Periodismo
Hace ya 2500 años el filósofo griego Platón escribió en su el libro VII La República el Mito de la Caverna cuyo significado se aplica en nuestro país.
El mito relata la situación de unos esclavos que estaban confinados en la profundidad de una caverna donde no recibían el sol, ni podían apreciar el exterior. Solo veían las sombras de las actividades que se realizaban en la parte de afuera de la caverna.
Uno de los reclusos esclavos recobró la libertad y al salir de la caverna pudo disfrutar del viento, de la lluvia, el calor y el frio, vio el sol, a las personas, observó profundamente extasiado de los árboles, campos, ríos, montañas, las aves, los animales en la naturaleza.
Regresó a las cavernas y muy emocionado les contó a sus amigos, que aun permanecían encadenados, de lo que había visto en el exterior y los invitó a luchar por su libertad para gozar de las bellezas que ofrecía el mundo exterior. Ninguno le creyó y urdieron un plan para asesinarlo pues creían que había sido poseído por demonios y lo que buscaba era llevarlos a la perdición.
El caso colombiano
Este famoso mito griego escrito en el año 380 antes de Cristo se aplica perfectamente en nuestro país. Una parte muy grande de la sociedad está confinado en el interior de la caverna, sin ver la luz, sin disfrutar del sol, de un atardecer. La culpa de esa desgracia es de un sistema político y capitalista que solo le permite disfrutar de migajas.
Después de muchos años de esclavitud, un hombre ha salido al exterior para advertirnos que nuestros derechos han sido violentados, que los campesinos están resignados a su suerte de perder su tierra por la violencia desatada por los terratenientes. Ese vocero nos ha indicado el camino para alcanzar algo de dignidad pero desde el fondo de la caverna no lo hemos aceptado, al contrario lo hemos vilipendiado, atacado y hasta deseamos su muerte. En el mundo real este mito se acomoda a la historia de Jesús y en Colombia lo hemos visto con Gaitán, Galán y ahora con Petro.
Conclusión
Desde el punto de vista filosófico para Platón, el mundo de las ideas es donde el alma del hombre encuentra el conocimiento. Cuando el prisionero liberado presencia el mundo ideal, siente el deber de compartir lo vivido. Aquí el sol es una metáfora de la idea del Bien.
La caverna es la prisión de la apariencia, de lo puramente sensible, mientras que el mundo ideal y la idea del Bien son el verdadero conocimiento. El preso liberado, el filósofo, ya no puede continuar con un conocimiento basado en la opinión (doxa), derivada de las percepciones.
El retorno del preso liberado es un ejemplo del filósofo que ayuda a los otros a alcanzar el conocimiento real. Este ha visto directamente al sol (el Bien) y es como un político preparado para ser quien gobierne con justicia. La democracia del pueblo, en Platón, es similar a lo que acontece dentro de la caverna, ya que las personas habitan en un mundo sensible y deben ser guiadas por el filósofo-político o filósofo-rey.
El cumplimiento del destino de liberar a los demás necesita de la dialéctica o de la filosofía, pero crea un conflicto en relación con la moralidad. El riesgo que corre el preso liberado puede ser como el trágico fin que tuvo Sócrates, quien fue sentenciado a muerte por influenciar a la juventud y no respetar a los dioses tradicionales.
Es hora de salir de la caverna a disfrutar del sol....
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