La corrupción tiene parada la obra de ampliación del hospital mientras los pradereños mueren por falta de atención médica oportuna y eficiente.
Las obras de remodelación del Hospital San Roque, van a paso de tortuga, mientras los pacientes fallecen ante la mirada displicente de autoridades y entidades afines con el problema y por eso le dan el nombre de elefante blanco; la plata destinada a la obra, cuyo monto es de dos mil doscientos millones de pesos, no aparece y los intereses siguen subiendo con el riesgo de más muertes por carencia de atención hospitalaria digna y de calidad.
El diputado de la Alianza Verde, Esteban Oliveros Montoya dijo que "La vida es un derecho y ponerla en riesgo con actos de corrupción, es absolutamente indignante y la pregunta a responder es ¿cuánta gente más debe morir en Pradera por falta de servicios hospitalarios eficaces y oportuno?"
Al contratista le adelantaron el 47% del presupuesto y la obra tiene solamente el 13% de ejecución, indicativo de manejos oscuros en favor de quien finalmente fue favorecido y está en el ojo del huracán; pero el problema va muchos más allá, el contratista, al parecer, no entregó diseños violando normas de la contratación pública, agregó el dirigente político.
Según reza el informe, se violaron todas las normas establecidas tales como planificación y diseños en franca trasgresión a La Ley. Por eso la comunidad afectada y los entes de control preguntan a la Gobernadora Dilian Francisca Toro y la Secretaria de Salud, María Cristina Lesmes, como van a enfrentar el problema y “porque los pradereños, merecen atención rápida y digna en todas las eventualidades sin distingos de clases, élites o políticas, como suele suceder".
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