Por: Mauricio Mejía – Consultor Político
Para el próximo 24 de noviembre, la Registraduría Nacional ha convocado a los ciudadanos de Candelaria, Dagua, Jamundí, Palmira y Santiago de Cali en el Valle del Cauca, así como a los de Puerto Tejada y Villa Rica en el Cauca, a participar en consulta popular para definir su integración en un Área Metropolitana. Esta iniciativa, impulsada por los alcaldes del periodo anterior, enfrenta serios obstáculos que auguran su posible fracaso.
Es el momento de reemplazar la interminable serie de anuncios mediáticos por estrategias visionarias que prioricen el bienestar colectivo.
La falta de respaldo y validación, por parte de algunos de los actuales alcaldes, sumada a la inexistencia de campañas informativas sobre las ventajas y desventajas de la propuesta, refleja una alarmante apatía. Esta indiferencia podría traducirse en una escasa participación en la votación, la cual requiere que al menos una cuarta parte del censo electoral, en cada municipio, participe para ser válida.
A lo anterior se suma la precaria situación institucional de Cali, que no consolida su condición de Distrito Especial y la exclusión de Yumbo, una ciudad importante para la integración regional. Estos factores ponen en tela de juicio la eficacia y los beneficios de pertenecer a un Área Metropolitana bajo estas circunstancias.
El déficit administrativo e institucional de Cali requiere una evaluación crítica, especialmente en su relación con los municipios vecinos y su rol como promotor del Área Metropolitana. A pesar de haber sido categorizado como "Distrito Especial" desde 2018, esta condición no se ha consolidado debido a la falta de voluntad tanto de los gobernantes como de los concejos municipales de turno. En este caso, la ciudad debe demostrar liderazgo y compromiso consolidando primero su estatus de Distrito Especial antes de emprender, de manera poco responsable, la constitución del Área Metropolitana.
Diseñar y poner en marcha un plan estratégico que consolide la transición a Distrito Especial, este sí con visión metropolitana, es fundamental para asegurar que ambos procesos se complementen y fortalezcan mutuamente. Un aspecto crítico en la propuesta es la inexplicable ausencia de Yumbo, separado de Cali apenas por una calle. La interdependencia entre ambas ciudades es innegable. Ignorar esto no solo intensificará los problemas existentes, sino que dificultará su solución, afectando negativamente a ambas ciudades.
Un Área Metropolitana será más efectiva y beneficiosa si su promoción se ejerce desde la fortaleza institucional de un Distrito Especial consolidado y abrazando municipios interdependientes. Sin esta base, cualquier esfuerzo por constituirla no solo es precipitado sino falto de visión y potencialmente perjudicial para el desarrollo regional.
Finalmente, detenerse en el camino para contemplar el paisaje nublado de la región no le hace mal a quienes quieren poner su mira más allá de la ciudad, demostrando coherencia en sus iniciativas. Es el momento de reemplazar la interminable serie de anuncios mediáticos por estrategias visionarias que prioricen el bienestar colectivo.
Mauricio Mejía Consultor Político
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