CALI CAMINA A LA POLARIZACION
- Redacción
- 16 feb
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Por Miguel Ángel Arango

El inicio de la campaña para las elecciones de congreso y presidencia de la república en medio de tensión nacional, escándalos por corrupción y el fracaso de las políticas sociales más la ausencia total del jefe de estado son los elementos que van a enrarecer la política colombiana y de alguna manera tendrá preocupante incidencia en la vida de los caleños.
Con el triste antecedente del llamado estallido social del año 2021 y con las fatales consecuencias que ese hecho desató y que aún se sienten hace sospechar que el fenómeno no está lejos de revivir.
Cali, marcada en los últimos lustros por presencia masiva de simpatizantes de la izquierda y con grupúsculos de revoltosos que se hicieron llamar la primera línea es una olla hirviente que en cualquier momento puede estallar.
El único que puede conjurar o al menos detener el incendio es el alcalde de la ciudad, Alejandro Eder. Autodenominados líderes de opinión, más cientos de periodistas graduados en las redes sociales y con deseos de subvertir atizan el fuego y al parecer lo disfrutan. Cada metida de pata, cada equivocación del alcalde es y será capitalizado para deslegitimar al gobernante y sembrar el caos.
El mayor problema para Eder es su ampulosa propuesta de revivir a Cali que hoy solo existe en su imaginación pero que tiene a la muchedumbre exigiendo que la ciudad se transforme de la noche a la mañana. En cultura ciudadana y a pesar de existir una política pública aprobada por el concejo no hemos avanzado. Los constantes ataques al grupo de guardas de tránsito más la respuesta brutal de algunos de sus miembros convierten los operativos de control a motociclistas en la más grave amenaza para la sucursal del cielo.
El alcalde sigue flaqueando en su comunicación con la gente. A pesar de ser un funcionario afortunadamente modoso y que abraza y besa con naturalidad desdibuja su realidad cuando incurre en imprecisiones en anuncios ditirámbicos que buscan propiciar aplausos pero que decepcionan a caleños bien informados o con conocimientos de la administración pública.
Pero lo peor que le puede suceder al alcalde es que su administración sea estigmatizada por brotes de presunta corrupción. A Eder le ha faltado contundencia en la explicación por devolución de dineros del impuesto predial al Club Campestre y cuya repetición por parte de contradictores puede llevar a un raciocinio falso al ciudadano desprevenido que recibe la información.
Es delicado para la imagen del alcalde y de su administración callar frente a denuncias que hacen opositores y que magnifican caleños del común. Durante cuatro años la ciudad castigó a la administración pasada como respuesta a las denuncias de opacidad en algunas decisiones y la menor sospecha de que esas prácticas no se han ido es fatal en el proyecto de revivir a Cali.
SESIONES
En dos semanas inicia nuevo periodo de sesiones ordinarias del concejo que promete ser ruidoso por la determinación de la bancada del Pacto Histórico de declararse en oposición al gobierno de Alejandro Eder. Las concejalas María del Carmen Londoño y Ana Erazo, han asumido un control con vehemencia y beligerancia y seguro que ahora se harán sentir con más energía.
La señora Erazo al parecer ya está en campaña por la alcaldía de Cali y una de las maneras de visibilizarse es detectar falencias del gobierno local. El concejal Roberto Ortiz, en este año le ha bajado intensidad a su crítica al gobierno pero se presume que en marzo recuperará su estado natural.
Beligerante y agresivo al extremo el concejal de la Alianza Verde, Rodrigo Salazar, gran doliente por las acusaciones de esta administración a su antiguo jefe Jorge Iván Ospina y ha encontrado en su ataque la estrategia de defensa del honor del exalcalde.
Por la coyuntura política y el inicio de la campaña congresional para las barras promete ser el de marzo uno de los periodos más agitados para el concejo caleño.
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