Salvar los páramos es salvar a Colombia

El Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, encendió las alarmas sobre la necesidad urgente de que el Estado colombiano adopte una acción coordinada y robusta para proteger los páramos, ecosistemas estratégicos que —según advirtió— requieren una política pública exclusiva que permita la articulación efectiva entre instituciones.

Rodríguez Becerra enfatizó que la importancia de estos territorios no admite dilaciones: Colombia alberga cerca del 50% de los páramos del mundo, los cuales abastecen de agua a cerca del 70% de la población. Además, son reservorios únicos de biodiversidad, albergando cientos de especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.

‘Páramos en la Cima del Control’: estrategia con enfoque territorial y tecnológico

Frente a este panorama, la Contraloría lanzó una nueva estrategia de seguimiento y control denominada “Páramos en la Cima del Control – Un Nuevo Ciclo”, cuyo propósito es vigilar el uso de los recursos públicos destinados a la conservación de estos ecosistemas y garantizar su protección a largo plazo.

La estrategia incluye:

• Herramientas de georreferenciación desarrolladas por la DIARI (Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata) para evaluar el cumplimiento del principio de valoración de costos ambientales.

• Mesas técnicas de diálogo que integrarán al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Procuraduría General, la Fiscalía General y los contralores territoriales.

• La presentación formal de la estrategia a los nuevos contralores territoriales, quienes deberán asumir un rol activo en el monitoreo de sus ecosistemas de alta montaña.

Rodríguez Becerra insistió en que esta articulación permitirá detectar irregularidades, mejorar la eficiencia de la inversión pública en conservación y fortalecer la capacidad de reacción ante amenazas emergentes.

Amenazas crecientes y riesgo para el Valle del Cauca

Aunque los páramos son ecosistemas altamente frágiles y vitales, enfrentan presiones cada vez mayores. Según la Contraloría, las principales amenazas son:

• Expansión de la frontera agrícola

• Ganadería intensiva en zonas de recarga hídrica

• Introducción de especies exóticas

• Actividades mineras legales e ilegales

• Urbanización y presión poblacional

Estas intervenciones transforman los suelos, alteran los ciclos del agua, reducen la capacidad reguladora de los ecosistemas y ponen en riesgo especies clave.

En el Valle del Cauca, región que depende en gran medida de sus sistemas de alta montaña, el llamado es especialmente urgente. Ecosistemas como el Páramo de Barragán, así como zonas de Parques Nacionales Naturales en límites con Quindío, Cauca y Tolima, son esenciales para:

• El abastecimiento de agua de las principales ciudades

• La estabilidad de la producción agrícola

• La conservación de la biodiversidad

• La regulación climática regional

Un llamado a la responsabilidad estatal

Rodríguez Becerra concluyó que la protección, conservación y restauración de los páramos es una responsabilidad indelegable del Estado, y que la visión del desarrollo nacional debe conciliar el crecimiento económico con la sostenibilidad:

“La apuesta por el desarrollo no puede darse a costa de los ecosistemas que garantizan la vida. Proteger los páramos es proteger el futuro del país.”

El órgano de control reiteró que la política pública para los páramos debe ser integral, preventiva y obligatoria, asegurando que todas las entidades involucradas actúen bajo un mismo propósito: salvaguardar uno de los patrimonios naturales más valiosos de Colombia y del planeta.