¿Qué pasa si el Pacto repite votación?

Por Miguel Ángel Arango

Hasta hace tres meses, era impensable que el Pacto Histórico pudiera repetir las

votaciones del 2022, cuando eligió cinco curules para la Cámara de

Representantes por el Valle del Cauca, gracias al apoyo de cuatrocientos doce mil

ciudadanos.

El desgaste propio del final de un gobierno, sumado a la desconfianza que

generan los permanentes escándalos de corrupción, ha creado un ambiente de

zozobra para la izquierda. Los recurrentes episodios desconcertantes del

presidente Petro en su personalidad, más el fracaso de la Paz Total y de sus

reformas sociales, hacían suponer que el 2026 traería un brutal descalabro en las

urnas.

Hoy, el panorama es distinto. La votación de la consulta fue sorpresa y una voz de

alerta para la derecha, que le había pronosticado una apabullante caída en las

votaciones. Al final de la jornada para la Cámara de Representantes, y en

elecciones que tienen características de atípicas, el Pacto Histórico sumó

trescientos sesenta mil votos.

La encuesta de Invamer, que conocimos el pasado domingo, deja a Iván Cepeda

como ganador en todos los escenarios que propusieron quienes hicieron la

medición. Por eso, no es descabellado suponer que el Pacto Histórico puede

igualar y hasta superar la votación para la Cámara en este departamento.

¿Quiénes se afectarían si la izquierda reedita su votación?

Seguro no será el Partido de la U, que tiene una maquinaria bien aceitada y

probados liderazgos, y cuya dirigencia presupuesta pasar de tres a cuatro curules.

Lo que significaría que entre el PH y la U ganarían nueve curules, dejando solo

cuatro para un reguero de partidos.

Por la coyuntura actual, y producto de una oposición seria y contundente, la

política local espera que el Centro Democrático crezca y pase de una a dos

curules en la cámara baja. Aquí tendríamos once curules. Quedan dos para ser

repartidas entre Conservadores, Liberales, Cambio Radical, Colombia Renaciente,

Alianza Verde y, entre otros, la coalición del Nuevo Liberalismo, Mira y Dignidad y

Compromiso Ciudadano.

Sobre el futuro del conservatismo, hay especial escepticismo. Por el Valle del

Cauca, este partido no tiene curules en la Cámara ni en el Senado de la

República, y la lista que acaban de presentar es floja en extremo. En el mejor de

los escenarios, le pronostican sesenta mil votos, que estaría muy lejos de la cifra

repartidora, que rondaría los ochenta y cinco mil votos.

El liberalismo no ha podido fortalecer su lista y ha sido imposible reemplazar a los

dirigentes que desertaron y que se unieron a la U, el Centro Democrático y el

Nuevo Liberalismo. En dos candidatos reposa la responsabilidad de repetir la

votación de hace tres años.

La coalición antes mencionada, que tiene al Nuevo Liberalismo como colectividad

protagonista, tiene a su favor miles de contratistas del municipio, lo que dejaría al

partido con grandes posibilidades de "pegarle a una curul". Sus socios son buenos

y con excelente pasado, como el Mira y la alianza Dignidad y Compromiso

Ciudadano. Además, con un Sergio Fajardo subiendo en las encuestas para la

Presidencia, hace pensar que su aporte electoral será significativo.

Erazo

En la fallida sesión del pasado sábado, la concejala del Pacto Histórico, Ana

Erazo, oficializó su renuncia para asumir la campaña como candidata a la Cámara

de Representantes.

La lideresa política, ante seis de sus compañeros (porque catorce no asistieron),

narró cómo hizo para conseguir los quince millones de pesos que fueron

suficientes para su elección. Muy emocionada, narró cada detalle de su lucha y

luego presentó un balance de su gestión durante seis años. Y, obvio, el resumen

de la oposición al alcalde Eder no podía faltar.