¡Alcalde vaya donde los ancianos de Anabeiba: Jorge Iván, nuestro alcalde, se pasa de vitrinero. Aprovecha cualquier papayazo para llamar la atención pues su ego es gigante. El martes pasado le dijeron que había una fiesta de un extranjero el cual estaba derrochando trago, bailando y tosiendo, en lugar de estar en cuarentena. Llamó a todo su equipo de prensa y cayó de sorpresa donde estaba el “magno evento”. En una casa, una familia de menos de 10 personas comía alrededor de la mesa y hablaban tranquilamente. Fueron alertados por la presencia de una gran escolta policial, cámaras de fotografía, celulares y al frente Jorge Iván: ¿Qué hacen? Comiendo le respondieron. ¿Dónde está el extranjero? ¿Cuál extranjero? Ustedes lo están escondiendo, que salga… Aquí no hay ningún extranjero, ni nadie ha llegado del exterior, le increparon. Entonces para no perder la ida, les echó el discurso del lavado de manos, del coronavirus y de su gobierno. Se fue con el rabo entre las piernas y sus funcionarios dijeron que si había extranjero pero que se había volado. Ospina hizo el ridículo, como también lo hizo al inicio de su gobierno anunciando que lo estaba espiando con micrófonos diminutos y eran unas agujas.
Vaya donde Anabeiba
Si quiere darse vitrina de la linda, Jorge Iván, vaya al ancianato de Anabeiba, les lleva a los ancianos, alcohol, gel antibacterial, tapabocas, medicinas, guantes, comida, una brigada médica para que los examine y si quiere se toma la foto.
Allá encontrará a 180 abuelitos abandonados a su suerte, solo protegidos por el amor de Ana Beiba Lasso, su cuidadora. Lléveles alimentos y aproveche para hablar con los vecinos del lugar para concientizarlos del cuidado que le deben brindar a esos abuelos.
El hogar de Anabeiba es un refugio donde llegan los ancianos que sus familias arrojan a las calles. Los policías cada semana le llevan un adulto mayor rescatado de las calles, allí les dan dormida, comida y atención médica y todo con el esfuerzo de Anabeiba y de filántropos como el concejal Roberto Ortiz, quien mensualmente les lleva un gigantesco mercado. A ese centro de ancianos los debe proteger el estado para que el coronavirus no los vaya a golpear.
¿Por qué no hizo huelga de hambre?
En campaña el alcalde Jorge Iván Ospina, hizo una fugaz huelga de hambre porque los periódicos El País y la Razón, informaban sobre sus procesos jurídicos por casos de presunta corrupción. Según él lo estaban calumniando y si no se rectificaba, él moriría en una carpa instalada en la plazoleta Jairo Varela. Pocas horas después levanto la huelga y curiosamente se le vio más gordo.
Resulta que ahora que existe un motivo supremo como es la defensa de la vida de 2 millones 500 mil personas, Jorge Iván, no fue capaz de controvertir al presidente Duque, de la desautorización del toque de queda para proteger a la población de la pandemia del coronavirus y por el contrario se escondió. Los caleños respaldaron como nunca al alcalde y le pidieron desafiar al presidente. Era el momento de la huelga de hambre y la gente se hubiera solidarizado con su alcalde, pero él como esta preocupado por el proceso que le lleva la fiscalía, decidió ser prudente para que no lo vayan a tocar. El coronavirus esta salvando a Ospina.
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