top of page

La Escombrera, el monumento a un país que no olvida

Foto del escritor: RedacciónRedacción

Por Fernando Alexis Jiménez 

Periodista - líder sindical




Aunque por años quienes ejercían el poder negaron que fuera un cementerio clandestino, el hallazgo de restos óseos en La Escombrera, dejó claro que militares y paramilitares sí fueron perpetradores de crímenes a la población civil.

La Comuna 13 es hoy uno de los sitios con mayor número de visitas, de turistas nacionales y extranjeros. Evoca la época de Pablo Escobar, de las milicias populares y de los jovencitos que se involucraron en el microtráfico bajo la premisa de “no nacimos pa´semilla”, como la novela de Alonso Salazar.

Leonidas Montes fue uno de los jóvenes desaparecidos, cuyos restos se encontraron en noviembre pasado, después de 22 años de búsqueda incesante por parte de sus familiares. Salió de casa y jamás regresó, aunque todos le estaban preparando su celebración de cumpleaños, con torta y una “comidita”, como repetía su madre, Alba Lucía.

Margarita Selena Restrepo, por su parte, siempre visitó la zona aledaña, convencida de que en La Escombrera estaban los despojos de su hija. Hasta el 2017, eran 95 las victimas de los paramilitares enterradas allí. La exploración en procura de hallar restos óseos, incluyó un área de 7.797 metros cuadrados. Sin embargo, faltaba más.

¿POR QUÉ LOS MATARON?

Muchos de los cadáveres enterrados en La Escombrera, son el resultado de la “Operación Orión”, una arremetida a punta de fusil que se realizó en 2002 en acción conjunta de la fuerza pública y los paramilitares, en la Comuna 13, en el occidente de Medellín.

Se estima que murieron 502 personas en hechos aislados, una línea de tiempo entre el 2000 y el 2012. Álvaro Uribe ha desestimado históricamente las cifras y ha acusado a la JEP de mentirosa por los procesos investigativos. Pese a ello, el tiempo ha sacado a la luz la verdad, dejando claro que hubo violaciones flagrantes a los derechos humanos.

Muchos de los asesinados eran acusados “a dedo” o por sospecha, de ser integrantes de las milicias populares. Otros, de guardar armas en sus casas o, simplemente, de ser cómplices silenciosos.

En el 2006, cuatro años después de la ocupación militar y paramilitar de la “Operación Orión”, el colectivo Mujeres Caminando por la Verdad, integrado por madres de desaparecidos, inició movilizaciones para exigir que cesara el cierre de La Escombrera y que se iniciara la búsqueda de restos humanos. El primer intento de “escarbar” se realizó entre noviembre y diciembre del 2015.

EL SILENCIO DE LOS CRIMINALES

La Escombrera es propiedad de la empresa El Cóndor y solo fue en el 2020 que se aplicó una medida cautelar de la JEP para que cesara cualquier actividad en el predio. Así protegió inicialmente un área de 6.912 metros cuadrados.

El pasado 18 de diciembre pasado, tras remover más de 36 mil metros cúbicos de desechos y tierra, los investigadores forenses encontraron los primeros restos humanos.

Falta mucho trecho por recorrer porque la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas tiene registros de 502 víctimas de desaparición forzada en la Comuna 13 de Medellín. De esta cifra, 297 solicitudes de búsqueda fueron elevadas por sus familiares.  

Los que históricamente han acusado de ser autores intelectuales y materiales, han acudido a los posiciones: una, la negación; cuando se avanza en las investigaciones, acuden al silencio.

NOTA FINAL: Si desea conocer más sobre la “Operación Orión” y las muertes y desapariciones que trajo consigo, le invitamos a leer crónica publicada por Fernando Alexis Jiménez en el 2019, haciendo Clic aquí>>https://lc.cx/YsJcnu 

 

Comments


Suscribase a La Razón de Cali

  • White Facebook Icon
bottom of page