Por Rubén Darío Valencia
Mientras hay quienes hablan como pirómanos incendiarios, no de cerros ni de bosques, sino de almas perdidas en la ideología política, y en el centro de Cali, desde la Plaza de San Francisco hasta el Boulevard de la Avenida Colombia, se vive una fiesta de tenderetes, música y pachanga, muy a nuestro estilo caleño, en la asamblea de naciones, que delibera en la zona azul de la COP16, el mundo se mueve a otro ritmo, con otros lenguajes y con otras ideas.
Veamos sobre qué aspectos claves se está discutiendo y, sobre todo, qué está proponiendo nuestro país en torno a la biodiversidad del planeta.
En primer lugar, esta COP16 está centrada en implementar el Marco Global de Biodiversidad (realizada en la ciudad aborigen de Kunming) en Montreal, que aborda algunos de los temas más críticos relacionados con la conservación de la biodiversidad a nivel global:
1. Planes Nacionales sobre Biodiversidad: Se están revisando los enfoques y en que van estos planes nacionales, los cuales deben alinearse con los objetivos acordados en Montreal, y que buscan frenar y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. Estos planes son esenciales para guiar la conservación dentro de las fronteras nacionales y asegurar que se respeten los derechos humanos y se adopten enfoques inclusivos. Lo increíble es que solo 34 de los 192 países que firmaron el acuerdo han cumplido, es decir, tienen un plan de acción.
2. Movilización de recursos: Un tema central en las discusiones es el financiamiento de la implementación del acuerdo de Montreal. Se espera que los países movilicen al menos 20 mil millones de dólares anuales para 2025, con el objetivo de alcanzar 200 mil millones anuales para 2030.
3. Acceso y distribución de beneficios: Otro aspecto relevante es la implementación de un mecanismo multilateral que asegure un reparto justo de los beneficios derivados de los recursos genéticos, particularmente los datos de secuencias digitales, cruciales para apoyar a comunidades indígenas y países en desarrollo. Esto quiere decir, pagar el conocimiento ancestral de las comunidades raizales sobre plantas y otros recursos naturales.
4. Voces indígenas: Se prioriza la participación de las comunidades indígenas como guardianes clave de algunas de las regiones más biodiversas del mundo.
Frente a esto qué está proponiendo Colombia.
Mecanismos financieros como canjes de deuda por naturaleza y bonos verdes, con el objetivo de lograr una inversión de 200 mil millones de dólares anuales para 2030, destinados a la conservación y la agroecología (industria verde).
Además, está promoviendo reconocer el papel de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad. También está trabajando en la creación de una ‘nube soberana’ que permita a los países gestionar de manera autónoma sus recursos genéticos digitalizados (que hoy están en manos públicas y privadas).
El concepto de ‘nube soberana’ surge como una respuesta a la creciente demanda de acceso a secuencias digitales de ADN (que permite conocer y descifrar el código genético que tienen todos los seres vivos) y otros datos genéticos por parte de empresas y organizaciones internacionales. Al contar con una nube soberana, los países pueden proteger sus derechos sobre estos recursos.
Otra iniciativa importante es la creación de un fondo multinacional que apoya la transición hacia economías sostenibles y resilientes, especialmente en regiones ricas en biodiversidad como América Latina y África.
Y para cumplir con el mandato que se dio en Montreal, el Gobierno Nacional ya presentó, el pasado 21 de octubre, su Plan Nacional de Biodiversidad, el cual está alineado con las metas globales. Este plan se enfoca en detener la pérdida de biodiversidad y promover el uso sostenible de los recursos naturales, con varias metas clave:
A. Restauración y reconversión productiva: Colombia busca restaurar ecológicamente y transformar de manera productiva cinco millones de hectáreas hacia sistemas sostenibles y regenerativos.
B. Ampliación de áreas de conservación: Se espera que el 34% del territorio colombiano, incluidas las zonas marinas, esté bajo estrategias de conservación.
C. Economía de la biodiversidad: El plan contempla aumentar la participación de la biodiversidad en el PIB de Colombia del 0,8% al 3%. Esto generaría más de 500.000 empleos vinculados a la conservación y cuidado de la biodiversidad.
El punto clave de este gran plan, que se construyó de manera participativa, involucrando a más de 16.000 personas para asegurar que las estrategias y acciones sean inclusivas y sostenibles a largo plazo, es el costo: 76 billones de pesos al 2030. Ahí vamos.
Rubén Darío Valencia
Periodista - ex director del Qhubo
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