Ganadero y su hija asesinados e incinerados por las Farc en Guacarí

En un trágico y macabro suceso, un ganadero y su hija inocente perdieron la vida de manera brutal y violenta a manos de las Farcen la localidad de Guacarí, centro sur del Valle del Cauca.                                    

Los cuerpos de las víctimas, Orlando Campo y su hija Fanny Campo, fueron encontrados incinerados en una zona rural alta de Guacarí, después de haber sido secuestrados hace más de 100 días en este municipio del Valle.

Según información confiable, el crimen ocurrió tras una negociación fallida para llegar a un acuerdo económico con uno de sus familiares.                               

La situación se tornó aún más crítica cuando las disidencias de las Farc del grupo Adán Izquierdo, mediante un panfleto, revelaron la ubicación de los restos de las víctimas, sumiendo a la familia y la comunidad en un estado de shock y consternación.

La brutalidad y la crueldad del crimen han generado una oleada de indignación y horror en la comunidad local, y las autoridades competentes han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.

Fin a violencia

La familia de las víctimas y la comunidad de Guacarí claman justicia y paz, y exigen que se ponga fin a la violencia y el terror que han azotado la región durante años.

Además, se conoció que el grupo disidente "Adán Izquierdo" liderado por alias 'Iván Mordisco' confirmó el asesinato de Orlando Campo y su hija Fanny Ocampo, quienes llevaban 110 días secuestrados. El grupo señaló que se encontraba en negociaciones, pero al no llegar a un acuerdo, ejecutaron este crimen y posteriormente publicaron imágenes de lo ocurrido para generar pánico y control sobre la población.

También se informó que el grupo armado indicó las coordenadas del lugar donde dejaron los féretros y autorizó a la comunidad a darles cristiana sepultura si así lo desean. Varios medios de comunicación revelaron que los cuerpos incinerados por partes fueron encontrados por un capataz de una finca cerca a "La Esperanza" (donde se ejecutó el crimen).

Finalmente, el grupo disidente lanzó una advertencia a los habitantes de Guacarí, prohibiendo cualquier tipo de reunión en espacios públicos y amenazando con asesinar a quienes desobedezcan esta orden.