Escabroso caso en Cali: Madre está asegurada por abusar de su hija ycomercializar el material, un reflejo de la pérdida de valores sociales
- Redacción

- 9 nov
- 2 Min. de lectura

Un caso de abuso infantil que conmociona a la ciudad de Santiago de Cali, Valle
del Cauca y ha generado alarma sobre el deterioro de los valores familiares y
sociales ha culminado con la imposición de medida de aseguramiento en
establecimiento carcelario a la madre de la víctima.
La Fiscalía General de la Nación, a través de la Unidad Especial de Investigación
de Delitos contra Niños, Niñas y Adolescentes (UENNA) de Cali, reveló el “actuar
ilegal” de la mujer, quien presuntamente abusó sexualmente de su hija menor de
edad en su propia residencia entre el año 2024 y junio de 2025.
La alerta y las pruebas fílmicas
La investigación se activó gracias a una denuncia crucial realizada por el padre de
la víctima. El hombre descubrió en un teléfono celular material explícito que
documentaba las agresiones que la niña de 6 años estaba sufriendo a manos de
su progenitora.
Las actividades investigativas posteriores arrojaron un hallazgo escalofriante: se
incautaron diferentes dispositivos electrónicos que contenían al menos 13
grabaciones en las que se evidenciaban los abusos reiterados a la menor. Lo más
grave, según la Fiscalía, es que este material fílmico “habría sido comercializado”,
añadiendo el delito de explotación sexual a la grave violación de la confianza
parental.
La pérdida de valores sociales
Este tipo de crímenes, en los que el principal agresor es un miembro directo del
núcleo familiar —quien está llamado a ser el protector primordial—, pone de
manifiesto una profunda crisis ética y la desintegración de los valores
fundamentales en ciertos sectores de la sociedad.
La traición a la figura materna y el uso de la propia hija para la producción y
comercialización de pornografía infantil no solo constituye un delito atroz, sino
también un indicador de una patología social donde la moralidad y el respeto por
la vida y la dignidad humana se han erosionado gravemente.
Por estos hechos, el fiscal de la UENNA imputó a la mujer los cargos de actos
sexuales con menores de 14 años agravados y pornografía con persona menor de
18 años. A pesar de que la procesada no aceptó los cargos en audiencias
concentradas, la disposición judicial fue enviarla a prisión.








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