Por Miguel Ángel Arango
En lo transcurrido de este año en Cali han desaparecido noventa y cuatro personas y entre el 2007 y el 2023 se tienen documentados siete mil casos que fueron denunciados por familiares de las víctimas. Lo insólito es que Cali no tiene una oficina para hacer seguimiento a esos episodios y asesorar a sus seres queridos.
Ante ese vacío el concejo inició el estudio de un proyecto de acuerdo para adoptar la mesa institucional para la búsqueda de personas desaparecidas en la ciudad, según explicó la concejala del partido de la U, Tania Fernández, quien es ponente del proyecto de acuerdo en mención.
Se trata de construir una ruta para recibir denuncias y hacer seguimiento a cada uno de los casos. Hoy se va a la fiscalía a denunciar pero luego los dolientes no tienen como hacer seguimiento a cada proceso que se inicia”, dijo la cabildante.
Al ser cuestionada sobre las motivaciones de esas personas afirmó que se trata de casos originados en el conflicto armado, vendettas criminales y trata de personas. En la nueva mesa estarán representados el alcalde, la gobernación, bienestar familiar, la personería, secretaría de paz, secretaría de seguridad, la policía y la tercera brigada.
Este viernes el concejo abrirá la participación ciudadana para que los caleños hagan críticas y aportes al proyecto de acuerdo, resaltó la abogada Tania Fernández.
TRES CURULES
En la política vallecaucana hay escepticismo sobre el propósito del partido de la U de este departamento de apostarle a tres curules en el senado de la república. Para una colectividad sin liderazgo es imposible lograr esa meta pero se trata del sector político con mayor organización en el suroccidente del país.
Para las elecciones del 2018 la U eligió en el senado a Roy Barreras, Roosevelt Rodríguez y Ritter Lopéz. Ahora el partido solo tiene una tendencia y es la del movimiento Nueva Generación fundado hace treinta años por Dilián Francisca Toro.
Las crisis que tienen en la región el liberalismo y conservatismo han generado grandes deserciones de militantes y grandes y dirigentes y cuando se van solo quiere llegar a la U. En el panorama político departamental solo la U está en capacidad de seguir creciendo porque hoy nadie cree que el Pacto Histórico puede sostener lo ganado hace dos años.
Una de las ventajas que tiene el mencionado partido es que cuenta con dos senadores -Norma Hurtado y Juan Carlos Garcés- y es más fácil ganar una elección con credencial. El otro candidato es el abogado Jorge Enrique Caicedo Zamorano, hoy notario tercero de Cali, quien desde hace más de veinte años escucha peticiones de amigos para que aspire al congreso. Todo indica que ya aceptó. Por donde se mire es un aspirante muy fuerte.
¿SE CAE?
Los resultados no le favorecen a la secretaria de bienestar social de Cali, María Isabel Barón, y se asegura que el alcalde Alejandro Eder, analiza su posible remoción. Se trata de una de las entidades más complejas que maneja la administración municipal por la diversidad de temas en que se involucra y por el constante asedio de la política.
Barón asumió en el mes de abril y remplazó a Ana Carolina Quijano, quien solo duró tres meses en el cargo y salió por la demora y traumatismo en la contratación de comedores comunitarios.
En las últimas horas se conocieron denuncias de la concejala Ana Erazo sobre la ralentización en los procesos de la secretaría de bienestar social. “Llevan siete meses sin mover un dedo para atender y transformar la situación de habitantes de calle”. También cuestionó un contrato cuya convocatoria fue revocada por cinco mil millones de pesos y supuestamente en extrañas circunstancias.
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