Por Miguel Ángel Arango
A Álvaro Alejandro Eder, no lo eligieron por lo que dijo que iba hacer. Lo eligieron por lo que dijo que no iba a hacer. Pero lleva cuatro meses haciendo lo que no iba a hacer.
Cali lleva esperando una semana que el alcalde nos explique por qué delegó a su secretario de gobierno para que firmara un convenio administrativo con TV Andina por cerca de ocho mil millones de pesos si él durante su campaña como candidato a la alcaldía de Cali condenó rabiosamente al alcalde Jorge Iván Ospina, porque contrataba sin aceptación. Hoy Eder hace lo que le condenaba a su predecesor. Ahora si es bueno. Después de la deflagración que originó ese contrato Eder no hace hecho un solo pronunciamiento institucional justificando o cuestionando la actitud de su amigo íntimo que hoy llena de dudas a esta naciente administración.
El Centro de Estudio Mi Cali Contrata Bien le entregó un juicioso análisis al diario el país sobre la contratación del alcalde en sus cien primeros días de gobierno y de inmediato los ciudadanos otra vez se horrorizaron y muchos creen que no vamos a revivir. En tres meses vinculó a 6.675, supernumerarios lo que significó que su contratación excedió en mil cien personas lo que hizo Ospina es en el mismo periodo en el 2020. Aquí no hemos cambiado.
Pero mientras la administración de Eder siembra sombras de opacidad la ciudad viene una angustiosa oleada de atracos callejeros y al pequeño comercio. La semana pasadas en redes sociales vimos más de diez atracos y el alcalde no se enteró o se enteró y no lo dijo porque estaba grabando sus locos videos donde dicen “Caleños estamos triunfando hoy hubo un muerto menos que el lunes pasado”.
El sábado en su cuenta de X la gobernadora del Valle del Cauca, Dilián Francisco Toro, dijo “Anoche, en Cali, Alfonso Julián Hernández, un joven de apenas 27 años, fue vilmente asesinado camino a su casa en el Barrio San Fernando. No podemos seguir viendo a nuestros jóvenes y a nuestros ciudadanos, cayendo asesinados en medio de hurtos y atracos”. En seguridad la ciudad está en crisis todos los caleños lo saben. Menos el alcalde.
PERLAS
Eder promulgó un decreto en el cual se prohíben la circulación de motocicletas con dos hombres pero todo el día vemos miles de casos de parrilleros en esos automotores. Ni la policía ni los agentes de tránsito hacen cumplir esa norma.
Hoy tenemos más vehículos dedicados al transporte ilegal o pirata que cuando estaba Ospina en la alcaldía. Abundan las terminales satélites de estos vehículos en toda la ciudad. La parte posterior del centro comercial jardín plaza en sus cuatro puntos tiene transporte informal. La calzada principal de la autopista Simón Bolívar frente a ese establecimiento tiene permanentemente quince vehículos y lo mismo ocurre con la calzada lateral tomada por esas personas y afectan la movilidad.
OTRA PAPELETA
La semana pasada dos directivos de empresas de seguridad llegaron a nuestra redacción para hacer graves denuncias sobre un contrato por ciento cincuenta mil millones de pesos para la vigilancia de establecimientos educativos y que según los afectados se violentó la ley para adjudicarlo a determinada empresa.
Ya hay denuncias penales. Lo llamativo es que ese contrato lo firmó una dama que el alcalde trajo de Bogotá. Entregaremos detalles en nuestros próximos informes.
EL REGAÑO
Una funcionaria del gobierno caleño la última semana llamó a varios periodistas caleños a regañarlos porque según ella están abusando con las informaciones que desdibujan la imagen del alcalde y que según ella es falta de ética periodística.
Lo insólito es que la señora no es la jefa de la oficina de comunicaciones de la alcaldía. Usurpa las funciones del comunicador que tiene esa responsabilidad. Aquí ni columnistas ni concejales ni líderes comunales están calumniando al alcalde. La gente opina y cuestiona. Y si sienten que si hay calumnias pueden ir a la fiscalía a presentar la denuncia correspondiente.
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