En medio del bullicio digital y la vorágine de información que caracteriza nuestra era, nos llega un extenso mensaje del ex alcalde Ospina, abordando el controvertido tema de la semaforización inteligente. Sin embargo, en lugar de provocar asombro, sus palabras despiertan un sentimiento de incredulidad y frustración entre los caleños.
El mensaje del ex alcalde no solo busca justificar un negociado de proporciones alarmantes, sino que también pone de manifiesto un cinismo que resulta difícil de digerir. ¿Cómo es posible que se intente legitimar un contrato cuestionado, diseñado para saquear las arcas públicas y plagado de irregularidades?
Lo que resulta aún más desconcertante es el silencio del actual alcalde Eder frente a esta situación. ¿Es acaso inexperiencia o candidez lo que lo lleva a permitir que individuos con un historial cuestionable como el ex alcalde Ospina sigan campantes, sin rendir cuentas por sus acciones? Este silencio, esta inacción, no hacen sino convertir al actual mandatario en cómplice por omisión.
La ciudadanía no logra comprender cómo un contrato, originalmente concebido para beneficiar a la ciudad, se convierte en una trama de corrupción donde las amenazas y el desvío de fondos están a la orden del día. Y resulta aún más descabellado que el ex alcalde pretenda endosar la responsabilidad de este desfalco al actual alcalde Eder.
Es hora de que el alcalde reaccione. Su pasividad ante estas acusaciones lo coloca en una posición comprometida, donde su inacción podría interpretarse como complicidad con el saqueo de la ciudad. Los ciudadanos exigen respuestas claras y acciones contundentes para poner fin a esta lamentable situación.
En medio de este escenario desalentador, es fundamental que como sociedad no perdamos nuestra capacidad de asombro. Debemos alzar la voz, exigir transparencia y rendición de cuentas, y trabajar juntos para construir una ciudad donde la corrupción y la impunidad no tengan cabida. Solo así podremos recuperar la confianza en nuestras instituciones y en el futuro de nuestra comunidad.
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