Por Miguel Ángel Arango

Alejandro Eder lleva poco tiempo en política pero se lo observa prisa por alcanzar espacios que dirigentes tradicionales han tardado décadas en lograr. Su primera incursión fue para la elección de alcalde de Cali en el año 2019 y en la cual quedó de tercero. Para el proceso en las urnas del 2023 con una precaria estructura derrotó al “chonto” que tenía caja y el apoyo de una estruendosa maquinaria política.
Eder quiere ser presidente de Colombia, por sus características no es fácil que ese sueño se convierta en realidad. Pero tiene pasión que es fundamental cuando se persigue el éxito y es dueño de un derroche de carisma del cual no se ha dado cuenta y es elemento clave cuando se trata de perseguir votos.
A un año de las elecciones de congreso con entusiasmo el alcalde de los caleños invita a amigos con credencial y sin ella a que se sumen al renaciente partido Nuevo Liberalismo pero las respuestas no son las esperadas. Los fantasmas del umbral y de la cifra repartidora horroriza a políticos de la parroquia. También profesa simpatías por Cambio Radical una de las colectividades políticas que lo apoyaron para su elección como alcalde.
En CR tiene repartidos sus afectos entre el exconcejal Carlos Hernán Rodríguez y el senador Carlos Abraham Jiménez. El primero ya es candidato al senado y el segundo no buscará reelección. Todo parece indicar que el gran esfuerzo del alcalde para las elecciones del próximo será para ayudar a sus amigos del partido de Vargas Lleras.
Hoy Cambio Radical tiene la secretaría de Bienes y servicios y la gerencia de la unidad administrativa de servicios públicos. Esta última es el tesoro escondido para los políticos y tan codiciada como la Aduana en los años setenta. En las gerencias de áreas de las Empresas Municipales también son distinguidos los máximos dirigentes del mencionado partido.
El poder contractual y nominador de un alcalde de Cali es colosal y más aún ahora con tres billones de pesos extras para invertir. Armitage ayudó a elegir dos representantes a la cámara y Guerrero eligió uno. Ospina en su mejor momento y sin despeinarse llevó a uno de sus hermanos al senado de la república pero fracasó en su intentó en el año 2022 cuando llegó a su peor momento.
Se desconoce si Eder ayudará a otros políticos para las elecciones legislativas. Pero los que están muy cerca de su entorno lo dudan porque dicen “que ya no le creen”. A pesar de ese escepticismo el alcalde está en capacidad de dirigir toneladas de votos para donde quiera.
RITTER
El exsenador y exalcalde de Palmira Ritter López, fue nombrado notario 22 para Cali pero aún no se posesiona porque se encuentra en proceso de recuperación luego de una cirugía.
El ex congresista militó un buen tiempo en el partido de la U pero su relación terminó mal con la llamada línea Palmira. Se aproximó a la coalición del Pacto Histórico y tomó camino distinto para la elección de alcalde en la ciudad de las palmas y para la escogencia de gobernador del Valle del Cauca.
Su hijo se quedó con su credencial de representante a la cámara por el partido de la U y va en camino de relección. Es enaltecido con el cariño del alcalde de Cali que seguramente lo va a empujar.
HUMO
La semana pasada algunos periodistas en sus respectivos medios y con especial ruido anunciaron la candidatura a la alcaldía de Cali del concejal de la U, Carlos Andrés Arias. Humo, humo puro.
Arias ya está en su tercer periodo como concejal y ha dilapidado esa oportunidad para gritar y hacerse conocer. Su presidencia el año pasado fue gris y los más decepcionados son sus propios compañeros que esperaban más de quien pudo ser el líder en el inicio del periodo Eder.
Desde que tenemos elección de alcalde de Cali -primera 1988- solo dos ciudadanos salieron del concejo para la alcaldía. En 1997 Ricardo Cobo, que fue un extraordinario concejal y que tenía admirable presencia en medios de comunicación. Solo dos concejales lo apoyaron y con una financiación que no llegó a cien millones de pesos. En el año 2003 Apolinar Salcedo, repitió la gesta de Cobo. “Polo” era un gran concejal y hablaba hasta por los radios de la bicicleta. Tenía gracia y todo Cali lo conocía.
Hoy el único concejal que puede tener posibilidades de ganar la alcaldía es Roberto Ortiz, pero depende de muchas circunstancias para salir bien librado en su cuarta candidatura.
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