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CRÓNICA: 10 años después: Lo Que  Pasa en el Norte del Cauca (Parte 2)

Actualizado: 21 jun

Por: Andrea Vergara y Claudia Lorena Vergara

Ganadoras del Premio de Periodismo Alfonso Bonilla Aragón





Ante lo sucedido tenía la necesidad de proteger a la niña indígena, razón por la cual acudí a la alcaldía del municipio con la intención de solicitar una cita con la primera autoridad pero su secretaria ante mi petición me respondió “Señorita, primero tiene que manifestarme el asunto a tratar y si esto es relevante mañana en horas de la mañana le estaría dando respuesta para que en la tarde se entreviste con el mandatario, le relaté la situación solicitándole para la victima asistencia en nutrición, un enfoque diferencial inclusivo y acompañamiento de un especialista de la salud, pero el día martes las únicas llamadas que recibí fueron las del señor Helio Bonilla  y su compañera sentimental ofreciéndome una remuneración económica la cual según ellos sería un aporte para mi educación esta, con el fin de que yo aceptara y buscar la publicación de su libreto.


Ofrecimiento al cual no accedí  sin embargo la versión inicial del pedófilo, ya se la había relatado someramente aun medio de comunicación porque actué de buena fe y creí en los argumentos del agresor, este medio se había mostrado interesado en mi cronología tanto que me dieron una cita para establecer los términos de la publicación, llegado el momento me presente con el director de este diario, al saludarme  me dijo que le había gustado mi iniciativa  y que le indicara para cuando  estaría el artículo, se mostró muy interesado en publicarlo acto seguido me plateo que   después de presentarlo podría presentar una prueba para ser  una de sus reporteras, lo cual era una oportunidad gratificante debido a que era una estudiante en su primer semestre de comunicación.


Con la dualidad de no faltar a la verdad de unos hechos tan lamentables y rechazar una propuesta laboral, al salir del diario me dirigí de nuevo a Miranda Cauca, con la fiel intención de encontrar respuestas satisfactorias respecto a la ayuda de alguna índole para la niña, la misma secretaria que atendió mi solicitud la primera vez y prometió llamarme para darle continuidad a la petición, evento que nunca ocurrió. Al recibirme en esta oficina, me dio una respuesta la cual se redujo a un acto de  indiferencia cuando me dijo  “el problema de la mujer no es nuestra competencia, el Alcalde no debe intervenir” al escucharla di vuelta para salir de ese despacho y pensando en lo que quería hacer por este ser vulnerado por  sentir hambre y confiar en la humanidad de un hombre en el que su familia depositó confianza de nombrarlo padrino, con la idea que maneja nuestra idiosincrasia basada en que esta figura en algunos sucesos de la vida hace las veces de apoyo frente a quien le entregan como ahijado.


 


Con la convicción de que podía encontrar mejores respuestas me dirigí al lugar donde funcionaba el resguardo indígena para entregar unos víveres que pretendía hacerle llegar a la joven acompañado de un libro, el cual tenía la esperanza que en algún momento tuviera deseos de leer y un pequeño conejo, quienes me recibieron no solo rechazaron mis detalles también me solicitaron que nunca más regresara. Es así como trascurre más de una década sin saber de ella, no porque la hubiera olvidado, solo que al investigar sobre su destino su comunidad se negaba a brindarme información siempre se me aseguró que posterior a estos hechos no tenían más información sobre el caso. El sentimiento de frustración se apoderó de mí, acompañado de un eterno cuestionamiento de si aquella personita recibió el tratamiento necesario para superar este ataque. Flagelo que en la actualidad es un problema que se evidencia cada vez, con matices más oscuros y carentes de sensibilidad en nuestra sociedad.


 Solo fue hasta el pasado martes 2 abril, que un caballero de mediana edad que perteneció a la guardia indígena cuya identidad protegeré, al establecer una conversación con él y preguntarle si tenía conocimiento de estos hechos, me relata luego de tanto tiempo sobre el desenlace de la historia del agresor el Señor Helio Bonilla, termino enfrentando la justicia indígena y su castigo se redujo a realizar trabajos mínimos en su comunidad tales como recoger leña por algunos días, debido a que argumento como un limitante problemas de salud.


 Busque establecer comunicación con la Gobernadora de la comunidad indígena, la señora Jenny Jazmín Campo Yahue, con la intención de  darle seguimiento a la vida de la víctima, por su lado  me dio a conocer que quien algún día fue una niña víctima de agresión sexual hoy es una adulta en situación de discapacidad debido a que sus padres no cuentan con los recursos económicos, para viajar al Valle de Cauca, donde podría recibir asistencia médica por parte de psiquiatría y psicología y así  mitigar el mutismo, según su argumentación la víctima se encuentra oculta en su casa como si no existiera su colectivo nunca más la volvió a ver, la atención medica que recibe es por parte de la EPS con la que cuenta la comunidad indígena, quienes la asisten con acompañamiento médico general. Su educación bachiller como consecuencia del hecho victimízame jamás se culminó y en todo este tiempo jamás se le brindo un tratamiento diferencial, inclusivo humanitario, su vida se transformó en una reclusión emocional, que hace parte de una violencia globalizada debido a la vulneración de sus derechos humanos.


Este caso permite pensar en el análisis frecuentemente superficial y diferente, del que hace los ciudadanos del común cuando tiene conocimiento de este tipo de eventos, pues normalizan el dolor de quienes sufren porque no hacen parte de su núcleo familiar. La tragedia la sufren en conjunto tanto quien es agredido como su familia que pasan a ser víctimas secundarias lo que hace más dramática esta realidad, el desconocimiento de los derechos existentes dado la gravedad este tipo de abusos cuando una persona sufre un ataque contra su integridad y salud mental evidencia la reprochable atención estatal frente a las personas que se convierten en objetos de agresiones como esta.


Continuando con lo correspondiente a la búsqueda e imposición del castigo al agresor, me pregunto ¿Qué pasa luego de esto con la antropología y sociología familiar de esta mujer de etnia indígena? Y lo único que puedo imaginar es que la falta de garantías frente a su vida la dejo sumida en el silencio todo porque no recibo apoyo ni la solidaridad que debería existir para estas mujeres,  su vida continua sin plenitud ni la sensación de que fue reparada en algún aspecto.


Las Naciones Unidas trabajan continuamente en el fortalecimiento y coordinación  de sistemas, con el fin de velar por la asistencia efectiva y sostenida a las víctimas de explotación y abusos sexuales. Sin discriminación alguna de comunidades a las cuales pertenezcan las víctimas, en aquellos lugares con mayor número de acusaciones de abusos sexuales serán responsables de garantizar que las victimas que se presentan  sean tratadas con el respeto sensibilidad y la compasión que merecen,  la organización les proporciona una asistencia adecuada de forma oportuna Cada uno de los entes territoriales les compete acoger y brindar acompañamiento  a quienes lo necesitan actuar contrario a esto   se tipifica como un acto de revictimización.


 El defensor operara con las instituciones gubernamentales, la sociedad civil y las organizaciones nacionales jurídicas en defensa de los derechos humanos, con el fin de crear redes de apoyo y ayudar a que la legislación local   dentro de la que se engloban las reparaciones para las víctimas surta pleno efecto.  El apoyo estatal, debe estar disponible y plenamente direccionado hacia quienes solicitan ayuda frente a casos como este, en contraste y desafortunadamente este no es el único caso de abuso sexual del que se tiene conocimiento en este territorio. En el año 2020 se presentó otro caso que prueba que son personas que ganan nuestra confianza los que opacan la alegría de los  niños, tal y como le sucedió a la niña que me inspiro a escribir sobre su tragedia un sacerdote de la iglesia católica, fue acusado y condenado por  abusar  sexualmente de una niña.

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1 comentário


elsultandelaparodia
25 de abr.

Saludo cordial campeón fuerte abrazo..la Razón.. súper medio de comunicación

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