Cali emprende la recuperación con histórico cupo de crédito

CALI, Colombia — En una ciudad marcada por décadas de rezagos en infraestructura y profundas brechas sociales, la administración del alcalde Alejandro Eder ha puesto en marcha uno de los programas de inversión pública más ambiciosos que haya visto Cali en su historia reciente. Bajo el lema “Así Recuperamos Cali”, el gobierno local recibió del Concejo un cupo de crédito por $3.5 billones, una cifra sin precedentes que, más que un mecanismo financiero, representa una apuesta política: intentar reparar años de deterioro urbano mediante un modelo de gobernanza técnica, transparencia y ejecución acelerada.

La aprobación del empréstito no solo constituye el mayor voto de confianza otorgado a una administración municipal en la ciudad; también plantea un desafío monumental. En menos de un año, la Alcaldía firmó $1.465 billones en créditos con cuatro de los bancos más influyentes del país —Bancolombia, Davivienda, BBVA y Banco de Occidente—, configurando un andamiaje de financiamiento con reglas estrictas: un plazo de 12 años, tres años de gracia y desembolsos condicionados al avance real de las obras, monitoreados por una Unidad Técnica de Cumplimiento especialmente creada para este fin.

Hasta ahora, se han adjudicado 78 contratos que suman $592.999 millones, de los cuales 64 se encuentran en plena ejecución. Es, en palabras de funcionarios cercanos al proyecto, un intento por “recuperar el tiempo perdido” en una ciudad que acumula cicatrices visibles: obras inconclusas, barrios marginados y equipamientos públicos que llevan años esperando reparación.

Enfrentando la deuda histórica

El diagnóstico es contundente. Cali arrastra un atraso urbano cuyo costo supera los $1.7 billones. Ese déficit es el que la administración Eder intenta abordar con un portafolio de intervenciones que atraviesa el territorio y toca prácticamente todas las áreas de la vida urbana.

Los proyectos incluidos en la primera fase ilustran la magnitud del reto:

• Grandes parques como el Parque Pacífico, Cristo Rey, el Parque de la Biodiversidad y YAWA.

• Obras estructurales en avenidas estratégicas como Roosevelt, Circunvalar, Ciudad de Cali y el Bulevar de la Sexta.

• Equipamiento público esencial, desde colegios y bibliotecas hasta hospitales, C.A.L.Is y estaciones de policía.

Según la Alcaldía, el plan alcanzará el 92% del territorio caleño, con intervención directa en 310 de los 338 barrios, todas las 22 comunas y 13 de los 15 corregimientos.

Cali al futuro: una ciudad que busca reactivarse y protegerse

De los recursos totales, $910.000 millones se orientarán a proyectos que buscan proyectar a Cali hacia una nueva etapa definida por tres ejes: inversión, reactivación y seguridad.

Entre los más destacados están:

• La implementación de un sistema de monitoreo y vigilancia para enfrentar el crimen.

• El programa educativo “Mi Cali Beca”, que aspira a ampliar las oportunidades de acceso a educación superior.

• La modernización urbana con el Plan de Ordenamiento Territorial y el laboratorio de innovación Cali City Lab.

• La transición hacia una movilidad sostenible con la adquisición de 147 buses eléctricos.

• La apuesta por la bioeconomía, con proyectos como YAWA y HEXA, que buscan posicionar a la ciudad en sectores emergentes.

El pulso en las zonas críticas

En el Centro Histórico, una de las zonas más simbólicas y conflictivas de la ciudad, la intervención avanza entre optimismo y cautela. La recuperación del perfil vial de la Calle 10 y la ejecución completa de la primera fase en el barrio Obrero son avances significativos, pero la progresión general muestra un equilibrio delicado: 54% de ejecución física, 37% de ejecución financiera y una fecha límite que presiona: diciembre de 2026.

La reforma sectorial incluye además la intervención de siete IPS, entre ellas la Clínica de Mama, Terrón Colorado, Antonio Nariño y Divino Niño, así como una inversión de $209.352 millones en instituciones educativas.

Transparencia en el punto de mira

Consciente de la sensibilidad que genera un empréstito de semejante magnitud, la Alcaldía lanzó la iniciativa “Pa’ que Veás – Invertir para Crecer”, un mecanismo de trazabilidad público-ciudadana que promete monitoreo permanente, informes trimestrales y acompañamiento del Concejo y de las veedurías.

En una ciudad marcada por episodios de desconfianza institucional, la transparencia es tanto una obligación como un reto. La administración lo sabe. “Los retos son enormes —dijo el alcalde Eder en una reciente intervención pública—; nuestra respuesta es más grande”.

Su declaración resume la apuesta: un proyecto que busca transformar a Cali no solo en su infraestructura, sino también en su capacidad de creer —y demostrar— que una ciudad puede reconstruirse a partir de la disciplina técnica, la vigilancia ciudadana y la voluntad política.